Hace más de dos mil años nació un hombre, todo un pueblo lo esperaba pues se decía que era un Mesías, sería el mismo hijo del Altísimo que nacería de una inmaculada mujer...
Era una mujer o tal vez una niña la que en su seno llevaría una promesa de amor, la que sería la encargada de qe la Teofanía se encarnara y abriera a los hombres a la esperanza de salvación.
María, tu sí confiada a la voluntad del Padre nos abrió las puertas del cielo, te abandonaste plenamente en las manos de aquel que no te defraudaría; por eso, hoy, María, la humanidad entera te da gracias: porque fuiste esposa, porque fuiste madre, y hoy eres el modelo de aquellos que imitándote quieren ver el rostro de Dios. Gracias María, gracias mujer.
Era una mujer o tal vez una niña la que en su seno llevaría una promesa de amor, la que sería la encargada de qe la Teofanía se encarnara y abriera a los hombres a la esperanza de salvación.
María, tu sí confiada a la voluntad del Padre nos abrió las puertas del cielo, te abandonaste plenamente en las manos de aquel que no te defraudaría; por eso, hoy, María, la humanidad entera te da gracias: porque fuiste esposa, porque fuiste madre, y hoy eres el modelo de aquellos que imitándote quieren ver el rostro de Dios. Gracias María, gracias mujer.

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